En el periódico local La Guía del mes de julio se dice que el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, va a inaugurar el próximo día 24 el tren de cercanías a Colmenar Viejo.
Supongo que, sin embargo, trenes, viajeros y horarios no habrá hasta el mes de septiembre, porque en verano los propios autobuses interurbanos que llevan a la plaza de Castilla reducen su frecuencia.
Además, que sepamos, no tienen preparados horarios ni autobuses que, dentro de Colmenar Viejo, lleven puntualmente a la estación antigua remozada -que está lejos y a un nivel más bajo que la ciudad-.
Sin eso no tendrán casi utilidad esos trenes, pues, por el gran desnivel de los terrenos circundantes a la estación, es muy difícil y caro hacer un gran aparcamiento disuasorio (como hay en la estación de El Goloso); e incómodo llegar a la estación cruzando el pueblo los coches que vienen, y querrán venir, de Guadalix, Soto y Cereceda, el Boalo, etcétera.
En realidad, lo que haría útil ese tren de cercanías sería hacer una estación nueva al norte del municipio de Colmenar Viejo, donde se cruza la vía a Irún con la carretera que va a las localidades de Cereceda y Navacerrada, y junto a unos terrenos más abiertos de la base militar del cerro de San Pedro.
Esa estación serviría magníficamente para que dejase sus coches allí el montón de ellos que vienen a las ocho de la mañana desde Cerceda, El Boalo, Manzanares y Navacerrada a Madrid por esa carretera, y luego los de Miraflores, Soto del Real y Guadalix por la otra, y los del norte de Colmenar.
Y si quieren revitalizar la sierra norte y hacer que la gente vaya a la sierra en tren, podrían poner tres o cuatro trenes diarios al menos los fines de semana hasta Somosiera o Riaza, porque esa vía prácticamente no se utiliza para el largo recorrido.
(Y también esperamos que el tren a Colmenar Viejo no termine a diario a las once de la noche como todos los autobuses que pasan por Colmenar, porque más de uno se ha tenido que quedar a dormir en Madrid por cinco minutos de tardanza del ferrocarril metropolitano).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de julio de 2002