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Una mujer llega a la presidencia del Partido Conservador británico

Ha habido una líder y longeva primera ministra, Margaret Thatcher, pero hasta ahora ninguna mujer había presidido el Partido Conservador. Ayer, el mismo día en que Tony Blair nombraba por primera vez en mil años a un galés como arzobispo de Canterbury, el líder de la oposición, Iain Duncan Smith, designaba a Theresa May, Thessa para los amigos, presidenta de los tories. Con 45 años y apenas algo más de una legislatura en los Comunes, representa la imagen de renovación, juventud y apertura a los sectores más oprimidos de la sociedad que los conservadores persiguen con más pena que gloria. 'El Partido Conservador es abierto, decente y tolerante', proclamó ayer.

Sustituye en el cargo a David Davis, una figura más bien oscura que saltó a la luz como aspirante al liderazgo tory tras la debacle de las últimas elecciones. Nada moderno, Davis era más un estorbo que una ayuda para el encorsetado Smith, que tampoco es exactamente un dechado de modernidad.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de julio de 2002