El fundador y ex presidente de Adelphia, John Rigas, dos de sus hijos y dos ex ejecutivos de la empresa (sexto proveedor de televisión por cable estadounidense) fueron detenidos ayer acusados de fraude bursátil y bancario, que llevó a la empresa a la bancarrota el pasado 25 de junio, con una deuda acumulada de 18.600 millones de dólares.
La querella, presentada en el tribunal federal de Nueva York, afirma que Rigas y miembros de su familia 'saquearon Adelphia masivamente, usándola como su hucha personal, a expensas de inversores y acreedores'. El fundador; sus hijos, Michael y Timothy, y los directivos detenidos, James R. Brown y Michael Mulcahey, habían dimitido tras conocerse las irregularidades contables de la empresa.
La larga demanda criminal relata el uso de trucos contables por los cinco demandados, cuya comparecencia en los tribunales se esperaba ayer. El objetivo era crear la ilusión de que Adelphia, que operaba inmersa en una enorme deuda, y bajo una gran presión de Wall Street, era una empresa financieramente saneada.
También la SEC (órgano supervisor de los mercados en EE UU) ha presentado una demanda, esta vez civil, en la que acusa a Adelphia de ocultar fraudulentamente 2.300 millones de dólares en deudas. Según este órgano, Rigas y los otros altos cargos encabezaron un fraude que 'ocultó una autocontratación galopante con la familia', cuyos miembros utilizaron fondos ocultos para comprar acciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de julio de 2002