El miedo que se dejaba ver en los últimos días en los mercados, ayer asemejaba al pánico. La bolsa española vivió una jornada de importantes caídas que en algunos momentos de la sesión llevaron a los principales indicadores a niveles de abril de 1997 y con pérdidas superiores al 5%. El nerviosismo se adueñó de la renta variable, con desplomes importantes en la mayoría de los valores de primera fila y todos en cotas mínimas del año. No obstante, en las últimas horas de negociación, y con un índice Dow Jones ganando terreno, la Bolsa corrigió parte de las caídas.
Los escándalos financieros se suceden, lo que provoca una desconfianza absoluta hacia la renta variable y por lo tanto una retirada masiva del mercado a cualquier precio. Valores como Telefónica, pierden en lo que va de año un 45% y con un precio en los 8 euros, el mercado lo considera atractivo pero, sin embargo, la mayoría de los inversores parecen apostar por una cota más baja todavía. Lo mismo sucede en muchas empresas cotizadas y también en el colectivo bancario donde la agencia de calificación Standard and Poor´s rebajó el rating del SCH.
En un panorama muy desolador, también llegaron rumores acerca de una posible reunión de emergencia de la Reserva Federal de EEUU en la que podría bajar el precio del dinero para ayudar a las bolsas.
Al cierre de la sesión, y con el índice Dow Jones subiendo más del 2%, el Ibex 35 marcó su cuarto mínimo consecutivo con un descenso del 2,50%, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid perdió un 2,57%. En Europa, también se puso freno a las caídas con París que perdió el 1,51% y Londres se dejo un 2,10%.
La actividad en el mercado continuo fue más elevada que en días anteriores con 2,415 millones de euros. La rentabilidad de los bonos cerraron al 4,93%, frente al 4,99 de la sesión anterior.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de julio de 2002