Los casi 40.000 vecinos de Colmenar Viejo están de enhorabuena. Tras años de espera, el municipio ya está conectado, desde hoy, con la capital por tren. La prolongación de las líneas C-7 y C-10 de cercanías entre Tres Cantos y Colmenar, que el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, inauguró ayer, comunicará esta última localidad con Madrid en apenas media hora. Colmenar queda así integrado en la red de cercanías de Renfe en la región, que concentra, según dijo Álvarez-Cascos, el 50% de los viajes en trenes de cercanías en toda España.
Las obras de ampliación de las líneas C-7 y C-10, culminadas con un año de retraso sobre la fecha prevista, han costado a Fomento 23 millones de euros y se enmarcan en el Plan de Infraestructuras 2000-2007. A partir de hoy, unos 6.000 colmenareños utilizarán, según los cálculos del Ejecutivo, este medio de transporte para trasladarse diariamente a la capital. El tren pasará cada 15 minutos en hora punta. Tardará siete minutos en llegar desde Colmenar Viejo a Tres Cantos, 27 a Chamartín, 33 a Nuevos Ministerios y menos de 45 a Atocha.
El Ayuntamiento ha habilitado un servicio de autobuses entre el centro de Colmenar Viejo y la estación, que está a unos dos kilómetros del casco urbano. Un aparcamiento con 200 plazas (que se ampliarán a 1.000) invita a los usuarios a dejar el coche junto a la estación, coger el tren para ir a Madrid y evitar así los atascos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de julio de 2002