El Juzgado de Instrucción 22, que investiga la muerte de Débora Catalán el pasado 25 de enero en la clínica estética clandestina Icema, admitió ayer la personación como acusación popular de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE). Esta organización se unirá así, en la causa, a la Asociación Defensora del Paciente. En un hipotético juicio podrían ser imputados el médico Gerardo Raúl Senderowicz, que estaba realizando una intervención de cirugía estética a Catalán cuando ésta murió, y la doctora María Victoria Bonne.
Fuentes jurídicas de la SECPRE aseguraron que se habían enterado por la prensa de que Senderowicz 'no tiene el título de cirugía plástica y reparadora necesario para ejercer en España'. 'Parece ser', afirman, 'que tiene un título argentino no homologado'. Según explicó el abogado de la organización, Alberto Salván, la SECPRE podría acusar a Senderowicz de un 'delito de intrusismo profesional por haber realizado una operación para la que no estaba preparado ni tenía titulación acreditativa'. Según fuentes de la sociedad, 'si se demuestra que el médico argentino no estaba autorizado a operar, se le podría acusar de imprudencia temeraria'.
Débora Catalán, bisnieta del célebre pensador Ramón Menéndez Pidal, falleció el pasado 25 de enero por una parada cardiorrespiratoria que sufrió supuestamente por el efecto de una aplicación excesiva de anestesia. Los dos médicos de la clínica, Senderowicz y Bonne, declararon ante el juez que fue una asistente -Bonne matizó que era sólo 'una secretaria'- la que preparó la anestesia. Pero la auxiliar de clínica lo negó en una declaración posterior y explicó que ella sustituía a otra enfermera que estaba de vacaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de julio de 2002