Barcelona rindió ayer un emotivo homenaje al catalán que fue durante 21 años presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, y bajo cuyo mandato se celebraron los Juegos Olímpicos de 1992. Ayer, se conmemoraba el décimo aniversario de la ceremonia de inauguración, jornada que Samaranch calificó como el mejor día de su vida, en el que vio recompensados, dijo, todos sus esfuerzos de una 'vida dedicada al deporte'.
Más de 1.200 personas, entre ellas el actual presidente del COI, Jacques Rogge, quisieron agradecer públicamente a Samaranch, en una abarratoda sala oval del Palacio Nacional, la consecución de los juegos para Barcelona pero, sobre todo, la recuperación del espíritu y la unidad del movimiento olímpico internacional. Samaranch aceptó el reto que le lanzó el alcalde de Barcelona, Joan Clos, de responsabilizarse de la puesta en marcha de un museo olímpico porque aseguró: 'Siempre estaré a disposición de Barcelona'.
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El ex presidente del COI, que no pudo contener la emoción en su discurso, repitió las mismas palabras pronunciadas en la ceremonia inaugural, cuando describió los juegos como 'un sueño hecho realidad'. 'Me sentí afortunado', manifestó, 'y pensé que haber dedicado una vida al deporte había valido la pena ya que debían ser y fueron los mejores juegos de la historia. Y hoy vuelvo a tener el mismo sentimiento'.
Samaranch repasó sus éxitos y dificultades al frente del COI. De los primeros destacó la unión de la familia olímpica, tras los boicoteos a los juegos de Moscú y Los Angeles, la reforma del COI después de los escándalos de corrupción de Salt Lake City y la participación de un equipo interracial surafricano. De los obstáculos, subrayó la constante lucha contra el dopaje por parte de las autoridades deportivas.
Durante el acto se leyó un texto de felicitación de los Reyes hacia Samaranch 'por este justo reconocimiento a su brillante trayectoria y dedicación al deporte'.
A mediodía, Samaranch asistió a un almuerzo de homenaje, que contó cvon la presencia de la infanta Pilar de Borbón, y de una nutrida representación del mundo empresarial y político catalán. Entre ellos, el presidente de La Caixa, Josep Vilarasau; Josep Oliu, de Banco Sabadell; Antoni Brufau, presidente del Círculo de Economía; la ministra de Educación y Cultura, Pilar del Castillo; el ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué; el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; el alcalde de Barcelona, Joan Clos; el ex alcalde Pasqual Maragall; el consejero delegado del grupo Planeta, José Manuel Lara; Francisco Matosas, vicepresidente de Zeta; Rodolfo Martín Villa, ex presidente de Endesa, y Jesús de Polanco, presidente del Grupo Prisa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de julio de 2002