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El único acusado del 11-S dice ahora que es inocente

Zacarias Moussaoui, acusado por el Gobierno de EE UU de ser "el secuestrador número 20" en la trama del 11 de septiembre, se declaró culpable y después inocente de algunos de las acusaciones que pesan sobre él. Moussaoui proporciona un espectáculo judicial disparatado cada vez que comparece ante la juez que lleva su caso, Leonie Brinkema, que asiste con resignación a las diatribas y las incongruencias del acusado.

En los meses posteriores a su detención, Moussaoui mantuvo que nunca formó parte de la trama del 11-S. Aseguraba que no conocía a ninguno de los secuestradores y que el Gobierno de EE UU le había convertido en una especie de trofeo en la lucha contra el terrorismo. Fuentes de la investigación reconocen la falta de pruebas contra él más allá de algunos detalles: Moussaoui estaba interesado en aprender a pilotar en academias de vuelo a pesar de su nula capacidad para el oficio de piloto; existen también algunas transferencias bancarias que proceden de la misma cuenta que servía para financiar a algunos de los secuestradores. Sin embargo, no hay nada en la investigación que le vincule con alguno de los 19 autores de los atentados.

Moussaoui pidió defenderse a sí mismo y la juez determinó que era competente para hacerlo, a pesar de que su comportamiento hace intuir lo contrario. La semana pasada cambió repentinamente su declaración, juró su fidelidad hacia Al Qaeda y Osama Bin Laden y trató de declararse culpable de todas las acusaciones. La juez, sorprendida por este giro, dio al acusado una semana para que se pensara si realmente deseaba reconocer su culpabilidad.

Ayer volvió, y la cosa empezó mal: Moussaoui dijo quería declararse culpable sólo de cuatro de las seis acusaciones que pesan contra él, pero se declaró inocente de las otras dos. "Me declaro culpable sólo de lo que hice, no de lo que dicen que hice", aseguró en un tono de arenga. Cuando la juez le explicó la incoherencia de su postura, Moussaoui, aparentemente confundido, dijo: "Necesito un receso". A la vuelta del descanso, retiró su declaración de culpabilidad y volvió a decir que era inocente de todas las acusaciones.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de julio de 2002