Cuando los poderes alemanes decidieron instalar una dictadura populista tuvieron muchos candidatos. El capitán Röhm tenía un favorito, que era Hitler: le colocó en el partido ya nacionalsocialista que dirigía Drexler, y destacó. El capitán Röhm convenció al Ejército y a la industria: le presentó a las fábricas Krupp, a una gran empresa de agencias de información, a altos representantes de la industria del acero y el carbón del Ruhr... Entre varios eligieron a éste, y así nació esa historia. Previamente, los militares habían asesinado a Rosa Luxemburgo y a Karl Liebknecht, la revolución de la izquierda. A veces surgen azares: Franco no había sido elegido, sino Mola y Sanjurjo: se los mataron, y quedó este hombre, que no les gustaba porque no tenía figura ni voz para ser todo lo impresionante que necesitaban los banqueros, los industriales y los terratenientes aristocráticos: y a los falangistas les daba un poco de risa. Ahora los poderes buscan gentes que puedan representar el papel delicado y brutal de jefe demócrata.
Me acordaba cuando leí a Ana (de) Palacio decir que Mohamed VI está haciendo un gran esfuerzo por democratizar su país: lo que dijeron otros cuando heredó el trono de Hassan II. He vivido en Marruecos durante el exilio del sultán Mohamed, su regreso como Mohamed V, fabricante de una constitución y de partidos políticos (qué gracioso, se hizo un 'partido del rey'); he visto la muerte de Mohamed V en una cirugía sencillísima (de tabique nasal) y su herencia por Hassan II, el 'príncipe' que había partido en guerra contra los disidentes, y su apretón constitucional, y sus urnas, y sus partidos: he oído por nuestras autoridades decir, después, que este niño, Mohamed VI, estaba democratizando el país, y la cosa se había olvidado hasta que lo repite Ana (de) Palacio. En el fondo, no hay más que sultanato. Pero ya no se fabrican dictadores, monarcas o autócratas, sino dueños de urnas. Lo recordé también leyendo la atrocidad de Fujimori de esterilizar mujeres. Miles: pero todas ellas indígenas. Fue puesto por demócrata, y fue visto asesinando -a los asaltantes entregados de la Embajada del Japón-; pero era demócrata.
¿Quién puso a Sharon, asesino, como es natural en todos ellos, de no ser Bush, todavía no elegido presidente? ¿Quién hizo que se eligiera a Bush, con trampas y todo? Los mismos que a Hitler.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de julio de 2002