Un mendigo con minusvalías físicas atendido por la Policía Local puso sobre la pista a principios de julio de una red que obligaba a rumanos con discapacidades a pedir en las calles de Valencia. El pasado jueves, la Policía Nacional detuvo a 18 personas, siete de ellas como supuestos autores de los delitos de amenazas, coacciones, detención ilegal, y el resto afectados por la Ley de Extranjería. De los integrantes de la red, dos eran menores; uno ingresó en un centro y el otro fue devuelto a su familia.
El hombre que destapó la trama viajó a Italia desde Rumania por turismo. Allí fue captado bajo una promesa laboral y conducido a España en un microbús con otras ocho personas. Pasada la frontera, les retiraron el pasaporte y les anunciaron que habían contraído una deuda de 11.000 euros, por lo que eran obligados a mendigar de las 10.00 a las 21.00 horas, bajo amenaza de muerte.
Por otra parte, una mujer rumana, P. L., de 21 años, denunció ayer ante la Policía Local de Alicante la supuesta venta de un bebé de un mes por parte de un miembro de una red de tráfico de menores que operaría en España. La joven explicó que había escapado de un hombre, V. T., de 37 años y también rumano, que intentó arrebatarle a su hijo para culminar su venta por 'una elevada suma de dinero'. Según la joven, V. T. tramitó su entrada en España a cambio de que le entregara al niño al nacer, informa David Cerdán.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de julio de 2002