La mala racha de los mercados bursátiles está afectando fuertemente a los planes de pensiones individuales. Según la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva, a 30 de junio, del medio millar de planes comercializados entre particulares, sólo 122, el 23,5%, habían conseguido rentabilidades positivas en los últimos 12 meses, pero apenas el 7% del total conseguía con la rentabilidad compensar el aumento de la inflación.
De media, los planes han perdido en ese periodo un 5,09% de su valor, la tasa anual de pérdidas más elevada desde noviembre del pasado año. El 2,9% de ganancia conseguido por los planes de renta fija, que no invierten en Bolsa, no ha podido compensar la debacle de los planes que incluyen acciones en su cartera y que han llegado a perder el 25%.
De cara a los próximos meses, la situación no parece mejorar. Si acaso, y a tenor del julio que está atravesando la Bolsa, las perspectivas son aún peores.
Bajo estas premisas, hay que recordar la posibilidad que tienen los inversores de un plan de pensiones en renta variable de cambiar hacia otro plan más conservador. Fiscalmente es gratuito, y las gestoras deben atender el traslado sin trabas ni cobro de gastos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de julio de 2002