Iberdrola siguió la misma línea operativa del resto del mercado y también los descensos fueron los protagonistas a lo largo de la semana. El pasado miércoles la eléctrica presentó sus resultados correspondientes al primer semestre del año con un beneficio neto del 6,5%, respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Esta aumento en sus cuentas no se vio reflejado en la marcha del valor, que siguió perdiendo terreno y en la semana se dejó un 6%, con un cierre en 11,88 euros. La evolución de la eléctrica a lo largo del año tampoco está siendo nada favorable, pues ya acumula un descenso cercano al 19%. El máximo lo alcanzó en abril en la cota de los 15,64 euros, mientras que el mínimo del año lo marcó el pasado viernes. Algunos analistas consideran que el castigo que está sufriendo la compañía es excesivo, pues también es un valor que debería acaparar la atención de los inversores por su dividendo. Según un informe realizado por el servicio de estudios de la Bolsa de Madrid, la favorable marcha de algunas empresas en sus beneficios permite ofrecer al accionista una rentabilidad por dividendo que en el caso de Iberdrola alcanza el 4,31%, con las cotizaciones del 15 de julio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de julio de 2002