Según nos contaba EL PAÍS Andalucía del día 25, el presidente de la Junta de Andalucía inauguró el Museo del Medio Marino en Matalascañas, obra señera del Ayuntamiento de Almonte. Nos felicitamos todos. Pero es una pena que no hayan podido incorporar a los valiosos esqueletos de grandes mamíferos marinos al más grande de cuantos han aparecido por estas costas: el del dinosaurio asesino que se presentó vivo hace unos 15 años en las Dunas del Coto y que practicaba el surf -por ello, marino en cierto sentido- Surf-a-Saurus. Muerto hace unos tres años y embalsamado por la permisividad del Ayuntamiento de Almonte, aterroriza con sus bramidos desaforados e ilegales de las doce de la noche a las ocho de la mañana al pacífico vecindario de Caño Guerrero desde la discoteca que lleva su nombre. ¿No es posible trasladar a semejante cadáver, terrorista acústico, al maravilloso Parque Dunar en sus áreas recreativas? Nos gustaría saber los planes del Ayuntamiento al respecto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de julio de 2002