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Bruselas reconoce 'obstáculos' en el camino de la ampliación

La ampliación de la Unión Europea parece abocada al retraso. La Comisión Europea no ocultó ayer que el proceso se enfrenta a importantes obstáculos y advirtió de que si no hay 'determinación política', 'generosidad' y 'voluntad', será imposible cerrar las negociaciones de adhesión antes de final de año, y con ello no habrá más remedio que decir adiós a la posibilidad de que los países candidatos participen en las elecciones europeas de 2004 como miembros de la UE. Bruselas insiste en que hay que ser 'realistas' para abordar eficazmente los problemas y que discutirlos es de 'sabios'.

La presidencia danesa retomó ayer la negociación con los países candidatos donde la dejó la presidencia española. 'Progresamos hacia nuestro objetivo', afirmó el embajador danés ante la UE, Poul Christoffersen.

Dinamarca se ha fijado el siguiente calendario para abordar la recta final de las negociaciones: desde ayer y hasta mediados de octubre se intentarán cerrar los capítulos que no están vinculados directamente con los aspectos financieros. En una segunda fase, que coincidirá con la cumbre de Bruselas en octubre, los Quince deberán cerrar un compromiso sobre los capítulos agrícola, fondos de cohesión y presupuestario. El último paso de la negociación con los países candidatos comenzará en noviembre y concluirá en la cumbre de Copenhague (12 y 13 de diciembre).

Pero la posibilidad de que se produzca un retraso en términos de calendario de la ampliación de la UE se hace cada vez más evidente conforme pasan los días, a pesar de que en Bruselas se intente negar la evidencia. 'Estamos trabajando a destajo para no perder tiempo', dijo el director general de la Ampliación, Eneko Landaburu. Sin embargo, como él mismo reconoció, 'los obstáculos que se presentan son numerosos'. La Comisión Europea sigue insistiendo en que su objetivo prioritario sigue siendo el mismo: terminar las negociaciones de ampliación antes de final de año para que los nuevos Estados miembros puedan participar en las elecciones europeas de 2004.

Referéndum en Irlanda

Para alcanzar el objetivo de Copenhague, como indicó Landaburu, 'hace falta determinación política, generosidad y voluntad para superar los obstáculos que están por delante, que no podemos negar'. Bruselas insiste en que realizar un buen análisis de la situación 'es de sabios' porque permite solucionar gran parte de los problemas. 'El diagnóstico es que tenemos que hacer muchas cosas y muy difíciles en poco tiempo', añadió.

Hay tres problemas básicos: de un lado está el resultado del referéndum irlandés en octubre sobre el Tratado de Niza. De otro, está el no menos despreciable enfrentamiento en la UE sobre la financiación de la ampliación entre 2004 y 2006. 'Si no hay unanimidad, habrá un retraso y tendremos que olvidarnos de Copenhague como objetivo', dijo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de julio de 2002