La Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña y SOS Racismo acusaron ayer al Ayuntamiento de Barcelona de tratar 'como muebles' a los grupos de gitanos rumanos, portugueses y españoles que el martes fueron desalojados de dos solares del barrio de Poblenou y que han tenido que buscar un nuevo emplazamiento para ubicar sus caravanas. Las dos organizaciones lamentaron ayer no haber sido informadas del desalojo y se quejaron de la forma cómo se está obligando a vivir a estas personas, muchas de ellas matrimonios con niños de corta edad. Mientras tanto los desalojados, unos 200, se han instalado en un solar de la calle de Selva de Mar y en un punto poco transitado del paseo de Calvell. Fuentes municipales les recordaron ayer que ambos campamentos también son ilegales y que serán desalojados en breve. No les propusieron ningún terreno alternativo, lo que tiene preocupados a los gitanos, que piden que Barcelona haga como las grandes ciudades francesas y habilite un terreno donde los grupos nómadas puedan instalar sus caravanas por un tiempo definido 'aunque sea pagando un alquiler', dijo ayer uno de los patriarcas del grupo instalado en el paseo de Calvell. El alcalde accidental, Jordi Portabella, sólo se comprometió a seguir ofreciéndoles asistencia social.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de agosto de 2002