Andreu Ribera Rovira, una de las figuras más relevantes del mundo empresarial catalán, falleció ayer a la edad de 83 años. Ribera era presidente de honor de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Barcelona, que ayer informó de la muerte de quien fue su gran impulsor.
Ribera Rovira llevó las riendas y actuó como consejero de numerosas empresas, incluido el propio grupo del sector metalúrgico con el mismo nombre familiar. También destacó su paso por el Banco Industrial de Cataluña, así como su participación en los principales organismos del sector metalúrgico español.
Pero la lista de sus responsabilidades es mucho más larga. Andreu Ribera ejerció los cargos de presidente del comité ejecutivo de la Fira de Barcelona y de vicepresidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, además de ser también miembro del consejo local del Banco de España en Barcelona y de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras de Barcelona.
Ribera fue el motor de la reunificación de las cámaras de comercio y de la Cámara Oficial de Industria en el año 1967, con lo que se creó un gran organismo de representación corporativa del empresariado catalán, del que fue nombrado presidente.
En un comunicado, el presidente de la Cámara de Barcelona, Miquel Valls, destacó tanto la gestión 'inteligente y eficaz' de Ribera de las relaciones entre el empresariado catalán y los gobiernos del general Franco como las opiniones que expresó en el año 1969 el fallecido sobre la necesidad de dotar a Cataluña de infraestructuras más potentes. El tema, subraya Valls, 'vuelve a ser hoy de gran actualidad'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de agosto de 2002