Las bolsas vivieron ayer una nueva jornada de pérdidas como consecuencia de la larga cadena de fraudes contables en Estados Unidos. El mercado de Nueva York primero, y el resto del mundo a continuación, vivieron una pésima jornada acentuada por la detención de dos ex altos cargos de WorldCom, Scott Sullivan y David Myers, acusados de diversos delitos en el fraude de la operadora telefónica.
La Bolsa de Nueva York, que el día anterior había reaccionado con prudencia ante la revisión a la baja de los datos de crecimiento económico de los últimos meses, abrió con un súbito retroceso y contribuyó al cierre negativo de los mercados europeos. El índice Dow Jones de valores industriales finalmente perdió el 2,82% al cierre de la jornada de ayer.
La posible contaminación de los datos de contabilidad nacional de Estados Unidos por la ingeniería financiera, que ahora está quedando al descubierto, es un elemento de análisis nuevo en manos de unos inversores que empiezan a creer que la creatividad de los gestores tiene más de práctica consentida que de excepción a la regla.
El indicador de tendencia ISM (antes denominado de gestores de compras del sector manufacturero) para el mes de julio, con 50,5 puntos frente a los 56,2 de junio y unas previsiones de 55 puntos, contribuyó a confirmar el debilitamiento de la economía de Estados Unidos en un momento muy delicado.
El Ibex 35 cedió ayer el 2,79% y la Bolsa de Madrid el 2,40%, recortes que fueron muy inferiores al conjunto de los mercados europeos. París bajó el 5,11%, Londres el 4,73% y Francfort el 2,53%.
En los mercados europeos pesó el anuncio del instituto económico alemán Ifo de sus estimaciones de crecimiento del 0,7% de la economía alemana para este año, dato que parece confirmar que la recuperación económica ni está a la vuelta de la esquina ni va a ofrecer un comportamiento estable.
También repercutió negativamente el índice de confianza de los consumidores franceses en julio, que cayó por encima de las previsiones, de -13 hasta -17. Además, grandes empresas europeas, como Allianz, Siemens o Deutsche Post, anunciaron recortes de personal y correcciones a la baja de sus previsiones de resultados para el año.
Para la bolsa española el principal problema vuelve a centrarse en Latinoamérica ante el agravamiento de la crisis monetaria en Brasil y otros países de la zona, lo que podría forzar a las grandes empresas españolas a incrementar las provisiones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de agosto de 2002