Ante la posibilidad de que el Ejército israelí intente asesinar a alguno de sus dirigentes, el movimiento islamista Hamás amenazó ayer con matar a 100 israelíes por cada militante perdido. El primer ministro israelí, Ariel Sharon, por su parte, ordenó al titular de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, ejecutar una operación de represalia por el último atentado.
Hamás distribuyó un panfleto en el que aseguraba que matará a 100 ciudadanos israelíes por cada uno de sus activistas muerto por las fuerzas de seguridad israelíes. La organización integrista eleva su nivel de amenazas ante una inminente represalia militar por el atentado de la Universidad Hebrea de Jerusalén, que causó la muerte a siete personas -dos israelíes y cinco estadounidenses- e hirió de diversa consideración a más de 80.
En respuesta a la ira mostrada por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, uno de los portavoces de Hamás en la franja de Gaza, Abdel Aziz Rantisi, declaró irónicamente que "el guerrero de Hamás no pidió a los estudiantes sus carnés de identidad, ignorando si eran árabes o israelíes, pero en ningún caso tomó como objetivo a los estadounidenses".
Sharon ya ha ordenado una operación militar de represalia contra la cúpula de Hamás. Al mismo tiempo, y tal vez en un intento de acallar las críticas por profundizar la espiral de violencia, el primer ministro autoriza a Ben Eliezer a aplicar el plan de distensión para la franja de Gaza que negoció recientemente con el responsable palestino del Interior, Abdel Razek al Yajiye. Según este plan, conocido como Gaza Primero, el Ejército israelí y la policía palestina reanudarían la cooperación en materia de seguridad, con el objetivo de reducir al mínimo posible el número de ataques. Conseguido un nivel de violencia aceptable para los israelíes, el modelo sería extendido progresivamente a las ciudades cisjordanas de Jericó, Hebrón y Belén, por este orden.
[Este gesto contrasta con los hechos sobre el terreno. Anoche, el Ejército ordenó la expulsión a Gaza de dos palestinos hermanos de los autores del atentado contra una colonia que el pasado 16 de julio causó nueve muertos, informa France Presse. Aunque los afectados puede recurrir antes de que se ejecute la decisión, este tipo de medidas se encuentra paralizado por el Gobierno ante las dudas sobre su constitucionalidad y las críticas internacionales. Por otra parte, disparos israelíes ocasionaron la muerte a una niña palestina de 9 años en Gaza.]
Además, un ciudadano israelí de 27 años fue asesinado a sangre fría dentro de un parque industrial conjunto (de capital y gestión israelí y mano de obra palestina) situado en las inmediaciones de la línea verde, que separa Cisjordania de Israel. No es el primer caso en que los asesinos se aprovechan de los contactos comerciales que algunos israelíes siguen manteniendo con sus socios palestinos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de agosto de 2002