Corrupción, sobornos a jueces, evasión fiscal y contabilidad falsa: la justicia se ha vuelto desde hace cerca de una década una pesadilla para Silvio Berlusconi. El primer ministro italiano, de 65 años, está actualmente procesado por cuatro casos distintos relacionados con su gigante imperio ecónomico y mediático.
- La SME. Berlusconi está acusado de corrupción y soborno a jueces romanos cuando su grupo Fininvest compró en 1985 la sociedad alimentaria SME. El caso, abierto en 1996, es actualmente juzgado por un tribunal de Milán, su ciudad natal, y la sentencia está prevista para octubre.
Berlusconi, que tacha a sus jueces de 'rojos', se estima víctima de un proceso político. Sus abogados, alegando la parcialidad de los magistraos milaneses, han pedido el traslado del proceso a la corte de Brescia. En caso de que éste fuera avalado, el proceso empezaría de nuevo. Esa demora podría desembocar en la absolución de Berlusconi, puesto que, según la ley italiana, los delitos caducan en un plazo de siete años y medio.
- Fininvest. Contabilidad falsa es el cargo retenido contra Berlusoni como propietario del grupo Fininvest, que tendría sociedades en paraísos fiscales.
- Telecinco. El juez español Baltasar Garzón está procesando a Berlusconi por evasión fiscal y violación de las leyes antimonopolio por su participación en la compañía privada Telecinco.
- El AC Milán. Se imputa a Berlusconi haber comprado con dinero negro a un jugador del Milan, falsificando la contabilidad de ese club de fútbol que es propiedad suya.
Hasta ahora, el primer ministro italiano ha sido declarado culpable varias veces por otros casos, aunque nunca llegó a estar encarcelado, apelando las sentencias en su contra o beneficiándose de la prescripción de sus delitos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de agosto de 2002