Estos días, en algunos medios se hacen estadísticas sobre el crecimiento del turismo de este año respecto a 2001. Dejando a un lado la obsesión capitalista por ganar cada vez más, me pregunto si está influyendo el euro y de qué forma. Las estadísticas siempre hacen referencia a los hoteles como si los cámpings no contaran. Acabo de hacer un viaje por el centro de España utilizando el cámping como medio de alojamiento y les puedo asegurar que están abarrotados; imagino que en la costa pasa igual. Por cierto, los cámpings españoles son peores en calidad cada año transcurrido, y se percibe la emigración masiva de los no campistas del hotel al cámping. Adiós descansar en la naturaleza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de agosto de 2002