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La casa blanca pone a Iván Campo contra las cuerdas

Iván Campo es uno de los futbolistas tachados con una cruz por la dirección deportiva del Madrid. Desde mediados de la temporada pasada, cuando cayó en desgracia y atravesó una dura depresión, con crisis de ansiedad incluidas, todas las papeletas le señalan como uno de los seguros candidatos a abandonar el club blanco... ya. Pero él no quiere hacerlo. La respuesta del club no se ha hecho esperar y ha ordenado a Del Bosque que no cuente con el jugador.

Ignorando una oferta del Bolton, inglés, el defensa donostiarra, de 28 años, dice en sus círculos íntimos que prefiere resistir el curso que le queda de contrato en el Madrid y después, una vez libre, negociar él mismo su nuevo contrato con otro club. También, que espera una oferta del Mallorca, el cuadro en el que triunfó antes de llegar al estadio Bernabéu. El Madrid y el Bolton tienen un acuerdo, pero parece que el del jugador no se producirá.

En cualquier caso, Jorge Valdano, el director deportivo del Madrid, ya ha advertido de que "el [jugador] que se quede y trate de echar un pulso a la entidad frustará su carrera porque no va a jugar ni un partido". Sin embargo, Campo está dispuesto a arriesgarse e incluso a quedarse sin ficha en esta campaña. Siete jugadores de la primera plantilla comparten la misma situación que el zaguero y se ven abocados a abandonar el club.

Por lo pronto, Campo no fue siquiera convocado para el partido de ayer, en el que sí estuvo el canterano Rubén, que, sin embargo, no acudió al stage en Austria. Una decisión que viene desde arriba y muestra con claridad al jugador la intención del club de no contar con él ni para los amistosos.

La desastrosa actuación de Campo en la derrota (3-2) del Madrid ante el GAK, austriaco, la semana pasada no le ha ayudado a recuperar la confianza de Vicente del Bosque. Una confianza que, a pesar de que la nómina de centrales del club ha adelgazado con la marcha de Karanka, parece irrecuperable. Campo, además de no contar en el ejercicio pasado en partidos oficiales, tampoco jugó los amistosos y mantuvo un enfrentamiento con el técnico en un entrenamiento que quizá terminase por romper cualquier lazo entre uno y otro.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de agosto de 2002