La policía nacional de Huelva ha iniciado los trámites de repatriación de cinco inmigrantes magrebíes que durante la noche de ayer fueron rescatados por el pesquero español Bella Gema, frente a la playa onubense de Mazagón, cuando intentaban ganar la costa enfundados en chalecos salvavidas.
Los tripulantes del Bella Gema, con base en el puerto de Isla Cristina (Huelva), escucharon a las 23.30 del jueves unos gritos de auxilio, procedentes del mar, cuando navegaban a unas cinco millas de Mazagón. Los marineros onubenses se percataron de que en el agua había cuatro hombres de rasgos árabes.
'Inmediatamente nos dimos cuenta de que eran inmigrantes, pero lo extraño era que llevaban flotador', declaró uno de los marineros.
Rápidamente rescataron a los náufragos y dieron aviso a la Guardia Civil. Embarcaciones de Vigilancia Aduanera, de Salvamento Marítimo y del instituto armado iniciaron un intenso rastreo de la zona, tras declarar los inmigrantes, a duras penas, que eran cinco. Faltaba uno, que fue hallado una media hora después en las proximidades, también provisto de chaleco salvavidas, por la patrullera de la Guardia Civil.
Los cinco marroquíes fueron conducidos a la playa con síntomas de hipotermia. Allí les atendió un equipo de médicos del Servicio de Emergencias Sanitarias del 061. 'Les envolvieron en mantas y les dieron de comer. Todo lo que necesitaron. Estaban muy nerviosos', explicó ayer una fuente de la subdelegación del Gobierno en Huelva.
A continuación, la Guardia Civil les condujo a la Comandancia de Marina en Huelva, y de ahí a la Comisaría de Policía, en donde prestaron declaración.
Saltaron por la borda
Los rescatados trabajaban en un pesquero, Alicia, de bandera marroquí, que la noche del jueves tuvo que remolcar a otro pesquero, Regina. Esta embarcación, de la misma empresa, se había averiado cuando ambas faenaban en aguas internacionales. El puerto de Huelva era el más próximo para reparar la avería.
Y a Huelva se dirigieron. Cuando los dos barcos estaban atracados a muelle, los cinco marineros intentaron bajar a tierra. El patrón lo impidió. Por eso determinaron enfundarse en los chalecos salvavidas y lanzarse al mar cuando navegaban a unas tres millas al suroeste del faro del Espigón Juan Carlos I, según la subdelegación del Gobierno en Huelva. La proximidad del Bella Gema evitó que la aventura terminara en drama.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de agosto de 2002