El afán de John Ashcroft por investigar a sus conciudadanos no conoce límites. Ni las prerrogativas parlamentarias le amedrentan. El fiscal general de EE UU, situado en la extrema derecha de un Gobierno ultraconservador, ha dado carta blanca al FBI para que interrogue a los 37 miembros de los comités del Senado y la Cámara de Representantes que supervisan el trabajo de los servicios de espionaje para que se utilice con ellos el detector de mentiras. Los agentes del FBI intentan averiguar qué parlamentario filtró a la prensa informaciones comprometedoras para la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, en sus siglas inglesas), y sus métodos han causado irritación en el Congreso.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Tom Daschle, lamentó la actitud del FBI e indicó que la separación de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo, sancionada por la Constitución, resultaba perjudicada cuando "una de las ramas del Gobierno intenta someter a la otra al detector de mentiras". La mayoría de los parlamentarios se ha negado al interrogatorio con polígrafo argumentando que, además de no ser fiable, vulnera las prerrogativas del Congreso.
Charles Tiefer, catedrático y ex asesor legal de la Cámara de Representantes, declaró a The Washington Post que la actitud de Ashcroft y del FBI resultaba "inquietante". "Ahora el FBI dispone de la capacidad de abrir expedientes a cada miembro del Congreso y a sus ayudantes y recopilar información, lo que puede resultar intimidatorio para los parlamentarios, una de cuyas funciones es precisamente la de controlar al FBI y criticarlo en caso
Por otra parte las más importantes compañías aéreas europeas y estadounidenses se han visto obligadas a cancelar parte de sus vuelos transatlánticos el próximo 11-S debido al bajo nivel de reservas para el primer aniversario de los atentados contra Washington y Nueva York, informa Ana Carbajosa. La británica British Airways (BA) ha cancelado más de un tercio de sus 78 vuelos a EE UU previstos para el 11 de septiembre. El Concorde de la misma compañía, que vuela de Londres a Nueva York mantendrá su servicio. "Es difícil saber por qué hay tan pocas reservas, pero está claro que la gente ha decidido no viajar en la fecha del aniversario", explicó un portavoz de BA. La francesa Air France ha cancelado dos de sus 11 vuelos a Nueva York y Washington ante las escasas reservas efectuadas hasta el momento.
En España, Iberia no tiene previsto cancelar ninguno de sus vuelos. "Tenemos intención de operar con normalidad ese día", asegura Margarita Blanco, portavoz de la compañía. De sus cuatro vuelos a EE UU el 11-S, los dos con destino a Miami ya están completos, mientras que los aviones a Chicago y a Nueva York registran un nivel de reservas menor de lo habitual en esa fecha.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de agosto de 2002