Los atentados del 11 de septiembre no lograron dejar muda a la comunidad internacional de artistas, y ecos de la tragedia retumban en el Fringe de Edimburgo, el más popular y grandioso de los festivales alternativos europeos. Durante las próximas tres semanas, a partir de hoy, se pondrán en escena cerca de 1.500 montajes de teatro, comedia, música, poesía y circo. La capital escocesa espera recibir a más de un millón de visitantes durante su festivo mes de agosto.
El 11-S parece dominar las propuestas de los 1.493 montajes, a cargo de 600 grupos o artistas individuales, que se representarán hasta el día 26 en el Fringe de Edimburgo. Muchas obras vienen firmadas o interpretadas por creadores desconocidos para el gran público, pero también destacan algunas superestrellas. Entre ellas, la pareja hollywoodiense formada por Susan Sarandon y Tim Robbins, que acercarán a un teatro de la ciudad The Guys. El texto recupera la historia verídica de un bombero neoyorquino que, ayudado por la escritora Anne Nelson, compuso una serie de loas en memoria de sus colegas muertos en las Torres Gemelas.
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El actor, escritor y director británico Steven Berkoff estrena en Edimburgo Réquiem for Ground Zero, una reflexión personal del ataque que dedica a todas las víctimas desconocidas. Algunos montajes, Project 9-11 y Jumpers, rememoran la tragedia y hablan de sus consecuencias a través de la experiencia de los propios habitantes de Nueva York. Revuelo está causando la revisión de la obra de teatro de Stephen Fry, Latín o tabaco y niños (1980), una parodia sobre los internados privados británicos. El texto es divertido y sincero.
La comedia es el género dominante en los 56 años de trayectoria de este evento, que nació como alternativa al festival oficial, el internacional, dedicado a la música de cámara, la ópera, el teatro y la danza. Para los humoristas y actores británicos representa su gran oportunidad de llamar la atención de los productores de televisión y cine, que nunca faltan a la cita. Quizá también para los extranjeros, como Pablo Muñoz, que viaja este mes a la ciudad con su parodia de las corridas de toros, Esto no es gual disnei. La música, con actuaciones de Radio Tarifa, entre otras formaciones internacionales, es una buena alternativa al empacho teatral. Dentro del género, pero al margen del Fringe, adquiere un papel relevante el concurso anual de bandas militares que hacen resonar sus instrumentos en la explanada del castillo de Edimburgo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de agosto de 2002