Una anciana que forma parte del millón de españoles mayores que viven solos, el viernes pasado en su casa. / SANTI BURGOS
¿Quién cuida de los abuelos?
Cada verano, las grandes ciudades parecen estar más llenas de ancianos que nunca. Al atardecer, los mayores ocupan los bancos de las aceras y parques y, con ellos, se extiende la idea de que, un año más, los españoles han abandonado a los abuelos, para marcharse de vacaciones. Una sensación que automáticamente se convierte en convencimiento, cuando, como ha ocurrido esta semana en Madrid, se produce escalonadamente la muerte de cuatro ancianos, solos en sus casas.