El pleno del Congreso de los Diputados ha rechazado todas las propuestas que el Parlament le ha hecho llegar esta legislatura, que pretendían, básicamente, modificar leyes de carácter estatal. Desde abril de 2000, cuando se constituyó la Cámara baja tras las elecciones generales, la mayoría del PP ha desestimado 9 de las 12 iniciativas presentadas por el Parlament, mientras que las otras 3 fueron retiradas.
El presidente del Parlament, Joan Rigol, aseguró que estos datos 'hacen dudar de la eficiencia del Estado de las autonomías' y pidió al Congreso 'una revisión de su capacidad receptiva'.
En todos los casos, los diputados del PP votaron contra las propuestas del Parlament, entre ellas una para crear un fondo de homogeneización de los peajes de las autopistas, otra para equiparar los derechos de los autónomos y de los empleados del régimen general de la Seguridad Social, así como una tercera para crear un cuerpo autonómico de funcionarios de Justicia.
El Grupo Popular se opuso también a facilitar el cambio de nombre de empresas del castellano a otras lenguas, y a la emisión de sellos y otros efectos postales en idiomas distintos al castellano; lo mismo ocurrió en los pasaportes y euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de agosto de 2002