Norman Foster, ayer, junto al monumento a Walter Benjamin en Portbou, donde estará la sede de la fundación dedicada al filósofo. / PERE DURÁN
FOSTER VELARÁ POR LA MEMORIA DE BENJAMIN
Murió a las diez de la noche del 26 de septiembre de 1940. La madrugada anterior se había tomado la dosis de morfina que tenía preparada. Le habían comunicado que sería deportado a Francia, en donde le esperaba la temida Gestapo y un campo de concentración. No tenía fuerzas para afrontarlo. Se llamaba en realidad Walter Benedix Schönfliec Benjamin, había nacido en 1892 en el seno de una acomodada familia judía de Berlín y la historia lo ha consagrado como uno de los grandes intelectuales del siglo XX.