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Miles de personas retiran sus ahorros en Uruguay tras la reapertura de los bancos

Los bancos abrieron sus puertas gracias a una ayuda de 1.500 dólares adelantada por Estados Unidos

Uruguay abrió sus bancos ayer, tras cuatro días de cierre, para atender a miles de ahorradores que demandaban el dinero de sus depósitos. La apertura fue posible gracias a que el sábado el Parlamento aprobó una ley que limita la retirada de depósitos en la banca oficial. Y a última hora del domingo, el Tesoro de EE UU otorgó al país un préstamo de 1.500 millones de dólares (1.530 millones de euros), a cuenta del Fondo Monetario Internacional, para evitar la quiebra del sistema financiero. Ayer sólo hubo algunas protestas por la devaluación del peso, pero los sindicatos convocaron una huelga general para hoy.

El centro financiero de Montevideo se preparó ayer con paciencia y policías para recibir una embestida de ahorradores ansiosos por recuperar su dinero. La actividad parcial de la banca pública, Hipotecario y República, la suspensión transitoria del Banco Comercial y el de Crédito, que se suman al Banco de Montevideo y Caja Obrera, ya intervenidos por el Banco Central del Uruguay, contuvo la avalancha, pero no impidió que se formaran largas colas frente a sucursales y cajeros automáticos, en algunos casos hasta últimas horas de la tarde. Los bancos privados devolvieron depósitos y sus anuncios tenían un tono desafiante: "Venga hoy a buscar su dinero".

A mediodía, en el centro financiero de la Ciudad Vieja, sólo un grupo de 60 clientes del Consorcio del Uruguay, una administradora de fondos de ahorro para la compra de viviendas, impedía el tránsito de coches en una calle céntrica. Uno de los que encabezaba la protesta, Raúl Márquez, cuenta su propia historia: "En mi caso, yo contraje una deuda en dólares hace cuatro años y desde la disparada de la cotización a finales de junio ahora veo comprometida mi casa porque no voy a poder pagar las cuotas".

"Somos 5.000 ahorradores, todos tomamos créditos a pagar en cuotas que no debían superar el 25% de nuestro salario y hoy la cuota ya nos cuesta el 60%. Queremos que se pesifique la deuda a la cotización anterior al 20 de junio. Los políticos nos decían que nos endeudáramos tranquilos que la estabilidad estaba asegurada y eso no fue lo que sucedió, ahora alguien tiene que hacerse responsable", explicó. Los sindicatos uruguayos, mientras tanto, convocaron una huelga general para hoy.

El pasado domingo por la tarde, después de que el Congreso aprobara la ley que permitía crear el Fondo de Estabilización del Sistema Financiero con la que se legaliza la devolución de depósitos en la banca oficial a tres años de plazo, el propio embajador de EE UU en Montevideo, Martin Silverstein, anunció que a primera hora de ayer llegarían a Montevideo 1.500 millones de dólares directamente del Tesoro como crédito a cuenta de lo que luego aporte el Fondo Monetario Internacional (FMI). La asistencia financiera del FMI, el Banco Mundial y el Interamericano de Desarrollo dará a Uruguay 3.800 millones de dólares (3.876 millones de euros) entre 2002 y 2004.

El mismo domingo por la noche, ya con el respaldo financiero prometido, concedido y asegurado, el ministro de Economía, Alejandro Atchugarry, se dirigió al país por radio y televisión para pedir calma a la población: "Mañana no sólo los bancos van a estar abiertos, también contamos con usted. No se apure. Si usted no tiene la necesidad imprescindible de ir mañana lunes, déjelo para el martes, el miércoles, que los bancos que abran mañana lo van a seguir haciendo", dijo el ministro. Al final, admitió que "va a haber piedras en el nuevo camino".

Desde el pasado enero y hasta finales de junio salieron del sistema más de 5.700 millones de dólares (5.815 millones de euros), el 45% de los depósitos, gran parte de ellos de argentinos que habían buscado refugio en la banca uruguaya cuando el Gobierno de Buenos Aires impuso el corralito.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de agosto de 2002