El lehendakari, Juan José Ibarretxe, aprovechó ayer su comparecencia institucional de condena del "bárbaro e inhumano" atentado de ETA en Santa Pola para exigir al Gobierno central que abandone "hipótesis perversas" como la de que la ausencia de atentados mortales respondía a una tregua de hecho entre la banda terrorista y el PNV. Ibarretxe ejemplificó con lo ocurrido en la localidad alicantina su respuesta -sin citarle- al vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, quien recientemente insinuó que el PNV había pactado una "tregua de hecho" con ETA. Rajoy vinculó ese supuesto pacto con el acuerdo sobre autogobierno aprobado en la Cámara vasca, que da de plazo hasta septiembre al Ejecutivo central para que complete el traspaso de competencias.
El presidente vasco pidió que se dejen de mezclar las ideas democráticas y "decentes del nacionalismo vasco con la violencia de ETA", porque, a su entender, no es legítimo solicitar la unidad de los demócratas, por una parte, y decir, por otra, que el acuerdo del Parlamento vasco "es lo mismo sin pistolas que las acciones de ETA. Es una barbaridad política realizar un debate en estos términos", criticó.
Ibarretxe recalcó que es hora de que los partidos trabajen unidos contra los terroristas, pero dejando a salvo las reivindicaciones políticas de cada uno. El lehendakari consideró que ETA está demostrando una inhumanidad sin límites y que su "única salida consiste en abandonar la violencia de una vez y para siempre, como le exige la sociedad vasca", aseguró. Diagnosticó que ETA "sufre una enfermedad terminal al provocar asco en la sociedad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de agosto de 2002