En verano Valencia se queda vacía y patas arriba. El Ayuntamiento aprovecha el éxodo estival para poner en marcha una serie de obras de infraestructura y saneamiento de las vías públicas que afectan tanto a vecinos como al tránsito de vehículos. Varias calles del centro de la ciudad han sido cortadas para ser asfaltadas; lo mismo que ha ocurrido en barrios como Monteolivete o la Cruz Cubierta, donde la construcción de los nuevos colectores ha obligado también a cerrar al tráfico algunas vías.
Los ciudadanos que no dispongan de vacaciones en verano añadirán una nueva carga a la del trabajo: la de soportar el ruido y el polvo que levantan las máquinas, las zanjas en aceras y calzadas, y el corte al tráfico de varias vías de Valencia.
Calles como la de Serranos o Comedias, en el centro, llevan semanas cerradas debido a obras de pavimentación que se prolongarán hasta finales del mes de agosto. Y desde el pasado lunes la instalación del nuevo asfalto fonoabsorbente, que reduce el ruido, ha obligado a cortar el acceso de vehículos en las calles de Correos, Lauria -entre la plaza del Ayuntamiento y la calle de Pascual y Genís- y Pérez Pujol, aunque está previsto que se reabran hoy. Los otros tramos de las calles de Lauria y Pascual y Genís se cerrarán hoy y mañana, respectivamente; mientras que el tráfico en la calle de las Barcas se reducirá un 50% durante el fin de semana por idéntico motivo.
En el barrio de Monteolivete las obras del nuevo colector, financiado en un 80% con Fondos de Cohesión de la Unión Europea, han ocasionado que el tráfico desde la autovía del Saler hacia Valencia se traslade a los dos carriles exteriores más próximos al antiguo cauce del Turia. Y en la Cruz Cubierta se ha cortado la calle de San Vicente Mártir en sentido hacia el centro y se ha desviado el tráfico por la calle de Tomás de Villarroya, también por obras de alcantarillado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de agosto de 2002