He leído la carta al director de Joseba Markaida [29 de julio] sobre la postura del Partido Popular respecto al proyecto de presupuestos de Gexto de 2002. Como responsable del area de hacienda del PP de Getxo, le indico las razones de nuestro voto en contra, por si no las comprendió en el pleno:
1. Era un anteproyecto de presupuesto para tres meses que no contempla la realidad de lo ya ejecutado ni de lo pendiente de ejecutar, hecho con prisas y sin claridad y que se había acordado en la coalición de facto que tienen PNV-EA-EH sin ofrecernos en ningún momento ni diálogo ni pacto.
2. Era un anteproyecto que no contemplaba reformas en el ingreso, que hace al Ayuntamiento más dependiente de las transferencias corrientes, que incrementa el endeudamiento sin una previsión a largo plazo y que en el gasto no es audaz en el tratamiento de los problemas reales de nuestro pueblo y que desarrolla un ejercicio más la gestión polemista y gris del actual equipo.
3. Era un anteproyecto que se presentó con las cartas marcadas al pleno, con un soterrado consenso en algunas partidas que hizo imposible un debate serio y en profundidad, y que simplemente supuso la aceptación de partidas individuales en función del interés partidista de Euskal Herritarrok.
De todas maneras, tampoco me ha sorprendido tanto la opinión de Markaida sobre este asunto. Estamos acostumbrados a su discurso errático, confuso y disperso, que últimamente se ha convertido en su táctica del corto plazo, en su proyecto propio de país. Nosotros en el PP de Getxo apostamos más por la estrategia firme y constante, pero abierta y dialogante porque creemos que es la forma en que mejor defendemos los intereses de nuestro pueblo.
¿Qué ha cambiado para que no estemos en el equipo de gobierno municipal, para que no haya acuerdos con el PNV? Pues el discurso y el talante de un alcalde que insulta a la oposición y que se ha reído de Markaida en varios plenos, que le ningunea y le abronca como si fuese un colegial cuando expresa una opinión que no le gusta.
Me entristece que la soledad política de Markaida le haya llevado a confundirse una vez más, a creer los cantos de sirena de quienes le desprecian, a ser engañado por el corto plazo, a no creer que a veces hay que dejar de ser melifluo para defender la verdadera democracia en Euskadi.
Nosotros, desde luego, aspiramos a un Getxo más abierto, plural y bien gestionado, a un Getxo que mejore para sus ciudadanos, a tener un alcalde al que le preocupen los pequeños problemas y no la gran política, a un Getxo más pacífico donde convivan, como siempre lo hemos hecho, nacionalistas y no nacionalistas, y en ese anhelo contaremos con todos los partidos politicos democráticos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de agosto de 2002