Todos los años, los admiradores de la actriz Marilyn Monroe organizan en el cementerio en que está enterrada (Westwood, en Los Ángeles) un homenaje a la actriz. Pero en el cuarenta aniversario de su muerte, las previsiones se han quedado cortas. Cientos de admiradores llegados de todo el mundo asistieron, bajo un sol de justicia (la capilla del cementerio no daba abasto), al servicio religioso en el que participaron 17 presidentes de clubes de fans de la actriz y que duró más de dos horas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de agosto de 2002