El departamento de Salud del Gobierno de Navarra confirmó ayer que la muerte de la niña madrileña Luisa García, de 13 años, el pasado 29 de julio en un campamento de verano en Adoain, se debió a una sepsis meningocócica. El campamento fue suspendido y el grupo de 50 niños madrileños abandonó la localidad.
Luisa García y sus compañeros llegaron a Navarra el 16 de julio, acompañados por 13 monitores, para participar en un campamento organizado por la parroquia madrileña de San Alfonso. Se alojaron en una casa del pueblo propiedad de los padres capuchinos.
Según la información del departamento de Salud del Gobierno navarro, la niña se sintió mal el 28 de julio y fue trasladada al servicio de urgencias del hospital Virgen del Camino de Pamplona, donde ingresó a las 20.15 horas. En las pruebas practicadas no se hallaron signos de meningitis. Quedó en observación "bajo los tratamientos habituales, de acuerdo con el cuadro clínico que presentaba", indica la nota del Gobierno navarro, aunque en la mañana del día siguiente falleció.
El 31 de julio, el análisis forense mostró la sospecha de que la muerte podía deberse a una sepsis meningócica, al encontrarse en la primera autopsia una necrosis suprarrenal bilateral. El 1 de agosto los resultados provisionales de los laboratorios del hospital confirmaron la presencia del meningococo del serogrupo C, lo que provocó la inmediata vacunación de quienes compartieron con la niña fallecida las instalaciones hospitalarias y la de sus compañeros de campamento.
El Gobierno de Navarra afirmó que, pese a los primeros análisis, habrá que esperar a los resultados definitivos de los cultivos de laboratorio y a la realización de una segunda autopsia. La madre de la niña, Idane García, ha señalado que la primera información que se le facilitó es que su hija había muerto por la reacción provocada por la picadura de una avispa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de agosto de 2002