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TROFEO TERESA HERRERA | FÚTBOL

Valerón vuelve a manejar al Depor

El centrocampista dirigió magistralmente al equipo gallego, que goleó al Nacional uruguayo

La rutina en el Deportivo está llena de cosas excitantes. El regreso a la vida cotidiana para el conjunto de Javier Irureta supone el reencuentro con prodigios como Valerón, que no conoce la diferencia entre las vacaciones y el trabajo: su vida es manejar una pelota, da igual que sea en Riazor, en el Mundial de Corea o en su playa grancanaria, jugándose un torneo de verano, el título más importante del planeta o la honrilla de burlar a los amigos del pueblo. Pegado a su querida pelota, Valerón hizo del estadio una playa y devolvió al Deportivo, que se presentaba ante su gente, a esa maravillosa rutina del fútbol elaborado con pulcritud, sencillez y eficacia.

Parece imposible que en el atolondrado universo del fútbol de hoy puedan mantenerse valores tan estables como el del Deportivo. Pero, de momento, en Riazor se está cumpliendo escrupulosamente el guión de todos los años, esa escenificación tan previsible como eficaz que sirve Irureta temporada tras temporada. El Depor se estrenó ayer ante su público como lo viene haciendo desde hace ya bastantes veranos. Un agosto más, la gran noticia en A Coruña es que no hay noticia. Que en el Depor siguen las mismas caras y todas las piezas permanecen en su sitio. Que en cuanto se le sacude un poco el polvo al mecanismo y se aceitan algunos engranajes, la factoría vuelve a funcionar con la fiabilidad y la brillantez de siempre.

La maquinaria de Irureta es algo más que una cadena industrial tediosa y repetitiva. El Depor es una industria de artistas como Valerón, que anoche empezó a repartir toques por los costados, a devolver paredes por el centro y a adivinar antes que nadie los huecos por detrás de la defensa, y regaló una noche de placeres futbolísticos muy agradecida en estas fechas. Aunque Valerón sigue en las alturas, hay quien no pierde la esperanza de discutirle el trono. Ahí continúa también Djalminha, a despecho de sus desplantes y sus ataques de cólera. Irureta le concedió ayer veinte minutos, precisamente para suplir a Valerón, y el brasileño los aprovechó con esmero: logró el cuarto gol con un delicadísimo saque de falta, tan bien colocado que el portero del Nacional no pudo evitarlo pese a llegar a tiempo de tocar el balón.

Al lado de Valerón y de Djalminha, volvió a reinar la más asombrosa falta de novedades: el olfato goleador de Makaay, la constancia de Víctor, la pujanza de Mauro y Duscher, la gran visión de Fran...El Nacional, eso sí, ni siquiera dio patadas. Sólo admiró.

Partidos amistosos: Bolton (Inglaterra), 0; Athletic, 1 (Arriaga). Sevilla, 1 (Antoñito); Sunderland (Inglaterra), 0.

DEPORTIVO, 4; NACIONAL, 0.

Deportivo: Molina; Scaloni, César (Andrade, m. 46), Naybet, Capdevila (Romero, m. 46); Duscher, Mauro Silva (Sergio, m. 46); Víctor, Valerón (Djalminha, m. 68), Fran; y Makaay (Pandiani, m. 46).
Nacional de Montevideo: Munúa; Scotti, Lembo (Méndez, m. 68), Curbelo; Del Campo, Vancini (Machado, m. 46), Ó. Morales, Laluz (Rodríguez, m. 68); R. Morales (Webo, m. 46) y Varela.
Goles:1-0. M. 6. Makaay, a pase de Valerón.
2-0. M. 44. Víctor, tras un contrataque.
3-0. M. 57. Víctor, de vaselina.
4-0. M. 82. Djalminha, de falta directa.
Árbitro: Muñiz. Tarjeta a Lembo y Rodríguez.
Unos 15.000 espectadores en Riazor en la primera semifinal de la 57ª edición del trofeo Teresa Herrera. Atlético de Madrid y Cruz Azul de México disputan hoy (21.00) la otra.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de agosto de 2002

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