Como vecino de Las Rozas, invito a todo el mundo a que venga a ver la construcción de las instalaciones de la federación de fútbol, aberración arquitectónica que ha supuesto la destrucción de gran cantidad de encinas, algunas centenarias, dejando un paraje de alto valor ecológico bajo mínimos, cercando entre urbanizaciones a jabalíes y algún zorro que por ahí quedan y llenando de escombros y basura una cañada real.
En fin, ¡qué bonito será practicar el fútbol viendo los jabalíes pastando al lado! Aunque, ya puestos, ¿por qué no lo han construido en El Pardo? ¿Es que tratándose de fútbol todo vale?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de agosto de 2002