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CARTAS AL DIRECTOR

Hiroshima

Serranillos del Valle, Madrid

Me refiero al breve artículo titulado Hiroshima invita a Bush a ver los efectos del uso de armas nucleares, y las críticas del alcalde de Hiroshima a la reacción estadounidense en Afganistán y la sugerencia de que se corte ya la 'cadena de venganza'. Después de los famosos atentados del 11-S, al hablar con familiares en Estados Unidos, destacaba una palabra sobre todas las demás: 'retaliation' (represalia). Llevo 31 años en España y he mamado un poquito el sentimiento antiamericano que hay en Europa; además, creo que lo comprendo. Una de las primeras cosas que pensé en medio del aturdimiento general fue: '¿Se acuerda alguien de Nagasaki?'. Digo Nagasaki porque habría bastado con lanzar la bomba a unos kilómetros de la costa para conseguir la rendición de Japón (aun a costa de dejar sin comprobar la eficacia de la bomba y sin freír a unos 70.000 japoneses). De todas formas, estas reflexiones a toro pasado de poco sirven. Hace menos de un año la consigna era 'Dios bendiga a América'. Hace 57 era 'Dios castigue a Japón'. Y ahora le toca recibir a Sadam Husein, cuando quizá fuera más importante ocuparse de Ariel Sharon (y de Arafat, ya puestos). Me temo que mis paisanos mantendrán por mucho tiempo su visión unilateral del mundo y seguirán sin aprender de la historia. A ver qué nos depara el resto del verano.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de agosto de 2002