Un total de 24 personas han muerto y 400 han desaparecido por las inundaciones en el sur de Rusia, que han desatado el pánico entre los veraneantes de la región del mar Negro, según fuentes oficiales. Villas turísticas han sido arrasadas por los temporales, pero la parálisis de los transportes ha impedido a los turistas abandonar la región. Miles de soldados y decenas de buques de la Armada han sido movilizados cerca del puerto de Novorossiisk. El jueves se declaró el estado de emergencia en la zona. En la República Checa, Rumania, Bulgaria y Austria, las lluvias torrenciales han causado, además, cinco muertos desde el martes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de agosto de 2002