El editorial del 8 de agosto Desaparecidos nuestros se refiere en dos ocasiones a las personas desaparecidas 'durante la guerra civil de 1936-1939'. Pienso que, para no confundir a nuestros nietos, sería necesario puntualizar, 'y durante los larguísimos años de represión que siguieron al fin de la contienda'. De lo contrario, estaríamos induciéndoles a error. El franquismo asesinó inmisericorde, después de terminada la guerra, a un sinnúmero de vencidos. Y eso hay que dejarlo bien claro. O cuando menos no silenciarlo. Sería un crimen de lesa historia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de agosto de 2002