Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Cortes en las cuencas del Ebro y Duero

El mapa que refleja la precipitación de lluvias acumuladas sobre la Península desde principios de septiembre de 2001 (inicio del año hidrológico) resulta esclarecedor, como puede verse sobre estas líneas. Las dos mesetas castellanas, el tronco central del valle del Ebro y el Sureste (Murcia y Almería) están teñidas por cuatro grandes manchas indicativas de que la lluvia caída en los últimos 11 meses sobre esos territorios ha registrado índices inferiores a lo normal, incluso en porcentajes que se sitúan por debajo del 50% de las precipitaciones medias históricas.

Como la sequía se arrastra desde el invierno, la agricultura se ha llevado la peor parte. No se han podido sembrar muchos cultivos en el sur de Navarra, La Rioja y la provincia de Zaragoza. Los Gobiernos de Navarra y Aragón, donde hay 700.000 hectáreas afectadas, han adoptado decretos de sequía y medidas para indemnizar a los agricultores por las pérdidas.

La Confederación Hidrográfica del Duero, 'ante la prolongada sequía y las bajas reservas de sus embalses', acaba de publicar en el BOE una orden sobre turnos de riego rotatorios que estará vigente hasta octubre. Los regantes de la margen izquierda de los ríos de la cuenca sólo podrán tomar agua los lunes, miércoles y viernes, mientras los de la margen derecha tendrán agua los martes, jueves y sábados.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de agosto de 2002