'El principal esfuerzo de los colombianos será tributario', dijo el superministro Fernando Londoño, encargado de los ministerios de Interior y Justicia, al referirse al nuevo impuesto para la seguridad. Los que tengan un patrimonio superior a los 150 millones de pesos (unos 600.000 euros) tendrán que pagar el nuevo impuesto de un 1,2% sobre el patrimonio líquido y se destinará a financiar el fortalecimiento de las fuerzas armadas.
'Cualquier factor de violencia que afecte a los colombianos, bien sea del lado de los paramilitares o de la guerrilla, será combatido', anunció la ministra de Defensa, Martha Luisa Ramírez.Con los dos billones de pesos (unos 800 millones de euros), que se esperan recaudar, se incrementará en l0.000 el número de policías. Además, se crearán dos brigadas móviles del Ejército, con unos 3.000 nuevos soldados. Se financiarán también los l00 policías y soldados de apoyo, anunciados el jueves durante la creación de la red de informantes, que servirá de ojos y oídos de las Fuerzas Armadas.
Otra parte de los recursos se destinará a 'llevar la justicia a los lugares más apartados', con más fiscales, delegados del Defensor del Pueblo y de la Fiscalía encargada del control de los funcionarios públicos. Según el Gobierno, esto 'garantizará el respeto a las normas del Derecho Internacional Humanitario y a los derechos humanos'. El Defensor del Pueblo ha respaldado la medida: 'Es vital que en una conmoción existan controles, para evitar autoritarismo y excesos. Se debe garantizar el debido proceso a los capturados'.
El temor de algunos es que este nuevo tributo, que pagará todo el sector productivo y se presenta como único y pagadero a plazos a partir de octubre, se convierta en un impuesto permanente. Ya ocurrió en el pasado: el impuesto del tres por mil a las operaciones bancarias, decretado bajo el estado de emergencia, se convirtió en permanente con una ley.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de agosto de 2002