No pienso guardar más minutos de silencio. Y si los guardo, que parezcan siglos de un silencio estruendoso. Si observo un minuto de silencio, que no sea el silencio de los corderos esperando el toque de 'a degüello'. Si hay que cumplir un minuto de silencio, que se oiga, que resuene, que retumbe y ensordezca los oídos criminales, que las palabras no las entienden. Si hago un minuto de silencio, que sea el grito de los que ya no tienen voz porque se la han robado. Si guardo un minuto de silencio, que no sea de silencio sólo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de agosto de 2002