Un día a principios de agosto. Una llamada al ambulatorio municipal de La Vilavella (pueblo de 3.500 habitantes de la provincia de Castellón).
-Buenos días, señorita, quisiera pedir hora para el pediatra.
-Lo siento, pero no se la puedo dar.
Motivo: no va a haber pediatra durante todo el mes de agosto.
Supongo que los motivos deben de ser económicos, si no, no encuentro otra explicación, y, en el caso de que así sea, sólo cabe recordar el dinero destinado a Terra Mítica, al AVE, a Mundoilusión, al aeropuerto de Castellón, etcétera.
¡Ah! Se me olvidaba, sólo disponemos de pediatra dos días por semana durante todo el año.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de agosto de 2002