Las autoridades paquistaníes han detenido a dos hombres y dos mujeres cuando intentaban introducir clandestinamente en Irán cinco niños con edades entre cuatro y diez años en el puesto fronterizo de Taftan, situado a unos 540 kilómetros de Quetta, en la provincia de Baluchistán. El grupo ha sido acusado de estar implicado en una red de tráfico de niños con destino a los países del golfo Pérsico donde los menores son empleados como yóqueys en las carreras de camello de esa zona.
'En los interrogatorios preliminares, los acusados han admitido que pretendían enviar los niños hacia los países del Golfo, a través de Irán, para las carreras de camellos', ha asegurado un portavoz paquistaní en Quetta.
La provincia de Baluchistán, en el suroreste de Pakistán, es una de las principales vías de este tráfico de menores hacia los países del Golfo, en especial, los Emiratos Árabes Unidos. Los contrabandistas suelen hacerse pasar como padres con sus niños de viaje a Irán.
El Gobierno de los Emiratos Árabes Unidos ha prohibido la participación en esta práctica de menores de 15 años o con un peso inferior a los 45 kilos. Sin embargo, las asociaciones defensoras de los derechos humanos denuncian que estas normas siguen sin ser respetadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de agosto de 2002