La Asociación y la Comunidad Musulmana de Melilla negociaron con el Partido Marroquí Liberal (PML) la suspensión de las marchas a esta ciudad española porque tenían constancia de la participación de integristas y temían que originasen una convulsión social en la ciudad fronteriza de Nador.
Así lo afirmó ayer el secretario general de la Asociación Musulmana de Melilla, Abderraman Benyahya, quien en conferencia de prensa defendió la mediación de las entidades religiosas melillenses frente a las críticas de Coalición por Melilla (CM), el Partido Independiente de Melilla (PIM) y la Asociación Islámica Badr. Benyahya explicó que actuaron 'asumiendo un riesgo calculado', porque empresarios melillenses reclamaron su mediación para 'evitar perjuicios a sus negocios', ya que buena parte de ellos se mantienen de las compras de marroquíes.
Por ello, expusieron al PML que unas marchas que hubieran causado el cierre de la frontera supondrían un 'perjuicio' para el modo de sustento de numerosas familias que viven del comercio y especialmente de los 300.000 habitantes de Nador, cuyos únicos ingresos proceden de la venta en Marruecos de mercancías que compran a diario más baratas en Melilla.
En una provincia 'sin infraestructura y sin otros medios de vida', el cierre de la frontera hubiera originado, según Benyahya, una 'verdadera convulsión social' que perjudicaría a España, Marruecos, Melilla y Nador. Además, reveló que tenían información de que en la marcha a Melilla prevista para ayer iba a participar 'un grupo de fundamentalistas'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de agosto de 2002