Una grúa de última generación, adquirida este año por los bomberos del Ayuntamiento de Madrid por 601.000 euros, quedó ayer prácticamente destruida tras volcar sobre otro camión de extinción de incendios, en el parque de Santa María de la Cabeza (Usera). Un posible fallo humano pudo desencadenar este accidente, en el que no se registraron heridos, según el inspector jefe de los bomberos, Juan Redondo.
El accidente ocurrió a las diez de la mañana, cuando un cabo con categoría de conductor especializado realizaba unas prácticas dentro del parque. Según las primeras investigaciones, el bombero no había desplegado los calzos de sujeción del camión. Comenzó a efectuar una maniobra de arrastre de un vehículo pesado, cuando por, falta de apoyo, volcó sobre un camión autobomba destinado a apagar incendios forestales. Ambos vehículos quedaron destrozados, según el inspector jefe. 'Ha habido suerte, porque no se han registrado víctimas. Eso sí, los vehículos han quedado casi siniestro total', explicó Redondo.
La grúa, que fue adquirida a principios de año, tiene chasis Mercedes y 354 caballos de potencia. Está capacitada para levantar 50 toneladas. Para manejarla precisa una preparación previa, ya que es necesario introducir en su computadora determinados códigos de uso. Se utiliza, sobre todo, en rescates y en accidentes de tráfico.
El delegado sindical de CC OO del cuerpo de bomberos, Marcelino Sierra, responsabilizó al Ayuntamiento del accidente, ya que los responsables de utilizar la nueva grúa 'no han recibido formación adecuada para manejarla'. 'Como nos obligaban a llevarla, aunque no nos han dado formación, el vuelco de hoy [por ayer] podía haber ocurrido en un siniestro y podía haber matado a alguien', declaró Sierra a Efe.
Redondo rechazó la versión del delegado de CC OO y explicó que los conductores de la grúa recibieron un curso de nueve días impartido por el personal técnico de la empresa suministradora de la grúa. Tras este periodo de formación, los conductores solicitaron la ampliación del curso, de forma que el departamento de extinción planificó un nuevo curso. Los conductores se negaron a realizarlo, alegando su solidaridad con la decisión de cerrar la escuela de formación, tomada en referéndum por los bomberos.
El Ayuntamiento ha abierto una investigación para determinar la causa del vuelco. Ha solicitado informes al conductor que manipulaba la grúa, al jefe de guardia y a la empresa fabricante del vehículo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de agosto de 2002