Una gran mancha de petróleo obligó ayer por la tarde a prohibir el baño a los turistas de la playa de Riells en el municipio de l'Escala. La mancha de color rojizo, que tenía una extensión de 1.000 metros cuadrados, se desplazó del puerto a la orilla donde estaban los bañistas. Dos lanchas de la Agencia Catalana del Agua (ACA) trabajaron para filtrar el agua y para diluir el combustible, y está previsto que esta mañana continúen las tareas de limpieza. De momento la Guardia Civil investiga el posible origen del vertido y se baraja la posibilidad de que provenga de una estación de servicio del puerto o de alguna embarcación que limpiara incorrectamente el bidón de combustible.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de agosto de 2002