Los niños soldados de Uganda no son noticia. Se calcula que la guerrilla ha secuestrado unos 120.100.
Son niños que no tuvieron infancia porque los raptaron de pequeñitos para enseñarles a combatir. Son niños obligados a matar a su hermano si intenta escaparse para volver a su casa. Son las víctimas olvidadas de un país lejano que no tiene petróleo, ni oro, ni diamantes, ni nada que interese al mundo occidental.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de agosto de 2002