Ante todo, quiero felicitar a los dos marchadores españoles, Paquillo Fernández y Juan Manuel Molina, por sus respectivas medallas en el Europeo de Atletismo.
Comprendo su alegría y yo me alegro igualmente por este triunfo del atletismo español. En lo que no estoy de acuerdo es en la forma de celebrarlo: ambos atletas envueltos en una bandera de España con un toro (al parecer, el de Osborne); esto no hace más que reforzar la tópica imagen que tiene de nuestro país el resto del mundo: flamenco y la asquerosa y cruenta tradición de las corridas de toros.
En aras de ofrecer una imagen de país civilizado y moderno, como se pretende, espero que no se celebren más victorias (que seguro que las habrá) con la susodicha bandera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de agosto de 2002