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OPINIÓN DEL LECTOR

Discriminación en el Ayuntamiento de Loja

Soy un funcionario del Ayuntamiento de Loja (Granada) cuyo alcalde, Miguel Castellano, miembro del Comité Federal del PSOE, ha decidido que no debo acceder a ningún puesto de trabajo que suponga para mí una promoción profesional. De nada le importa mi currículo académico o profesional ni que la Constitución me garantice el derecho a la promoción profesional y a ser valorado para ello con criterios de igualdad, mérito y capacidad, o que las leyes prevean unos procedimientos reglados para la selección del personal más idóneo para cada puesto de trabajo.

Una y otra vez tengo que soportar ver cómo soy discriminado y dejado sin opciones de promoción. Unas veces mediante la manipulación de las bases de la convocatoria, otras mediante la pura y dura designación 'a dedo' de otras personas para ocupar esos puestos... Recientemente se ha cubierto de forma temporal una plaza de mi departamento cuyo desempeño exige ser licenciado/a en Derecho o Económicas, sin embargo, a pesar de que soy licenciado en Derecho y conocedor del puesto, el alcalde no me ha dado ninguna opción y ha designado a una persona de otro departamento y que no tiene esa titulación.

Me considero un ciudadano normal que cumplo normalmente con mis deberes laborales, tratando de desempeñar mi trabajo con profesionalidad, me he formado académicamente con esfuerzo (soy licenciado en Psicología y en Derecho), compatibilizando trabajo y estudios, y también profesionalmente, asistiendo a cursos de formación profesional (también los he realizado por correspondencia), incluso los he impartido yo mismo. Pero he cometido el 'pecado', la osadía, de ejercer también mis derechos reconocidos en la Constitución, siendo representante sindical de mis compañeros/as y ahora como delegado de la sección sindical de CC OO. Grave error por mi parte creerme lo que dice la Constitución y lo que el 6 de diciembre predican algunos políticos. Soy demócrata convencido y lo voy a seguir siendo a pesar de 'esos políticos' que creen en la democracia sólo para lo que les interesa.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de agosto de 2002