Glory Alozie, la española de origen nigeriano, doble campeona europea esta temporada en vallas, la semana pasada en Múnich en 100 metros al aire libre, y de 60 en pista cubierta, en marzo, en Viena, pasó ayer de la gloria al desencanto en poco tiempo. Tras conseguir cortar en la pista la racha de triunfos de la estadounidense Gail Devers, tantas veces por delante de ella, al vencer en la prestigiosa reunión de Zúrich, se anunció que se le retiraba el oro conseguido hace cinco meses bajo techo, el primero que lograba como española. Al parecer, según el húngaro Istvan Gyulai, secretario general de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), en las fechas de los campeonatos en Viena, del 1 al 3 de marzo, no se había recibido la carta de permiso de la federación nigeriana, por lo que no tenía derecho a participar como española. "La decisión", comentó Gyulai a la agencia AFP, "debe ser confirmada por la IAAF, pero el caso está concluido".
Los Europeos de pista cubierta de Viena vieron el primer gran éxito del atletismo español esta temporada, confirmado después en mayor medida en los campeonatos al aire libre donde se sumaron 15 medallas, seis de oro, entre ellas la de Glory.
Esta nigeriana menuda, de sólo 1,55 metros de estatura, es el ejemplo de la perseverancia para alcanzar la calidad atlética y la estabilidad personal. Como tantos otros atletas africanos, ya recaló en Valencia hace años, pero no decidió nacionalizarse española hasta después de los Juegos de Sydney, donde fue plata pese a la tragedia de perder a su novio atropellado por un automóvil. Logró el pasaporte en julio de 2001, pero a efectos de participación los trámites sí necesitan el permiso del país de origen. Según Gyulai, tal requisito sí se cumplió para la Copa de Europa, los días 22 y 23 de junio, cuando España ascendió a la primera categoría continental, pues "recibió el permiso el mismo día del comienzo de la competición", dijo.
Lo sorprendente es que en la Federación Española [con quien ayer no fue posible contactar] no estuviera al corriente de estos trámites. Según esta posible descalificación, la medalla de oro sería para la francesa Linda Ferga, plata en Viena, y completarían el podio la alemana Kirsten Bolm y entraría con el bronce otra francesa, Patricia Girard.
Ayer, ante rivales de talla mundial, de mayor entidad que en los europeos, Glory no salió muy bien, pero terminó los últimos 50 metros en tromba. No hizo una gran marca, 12,63s, pero al eliminar a Devers dejó ya sólo en cuatro atletas la carrera por los 50 kilos de oro que se disputan los vencedores de todas las pruebas. Zúrich era la quinta etapa y además de Hicham el Guerruj, imbatible en los 1.500 metros, continúa en liza Marion Jones en los 100 metros, al menos hasta la próxima cita de Londres, el día 23, en que estará la ucrania Zhanna Pintusevich, su verdugo en los Mundiales de Edmonton. La estadounidense se volvió a pasear ayer, con 10,88s, como un metrónomo. Algo parecido a los otros dos atletas que también han ganado las cinco pruebas hasta ahora, el dominicano Félix Sánchez, imparable en los 400 metros vallas, mejor marca mundial del año con 47,35s -el francés Stéphane Diagana, el oro europeo, sólo pudo ser cuarto, en 48,21s- y la mexicana Ana Patricia Guevara, otra vez la reina de los 400 ante todas las europeas, y que también hizo su mejor registro con 49,16s.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de agosto de 2002